Como consecuencia de la crisis a nivel global, muchos países han hecho reformas en diferentes líneas, fiscales, sociales, económicas, laborales. No todas ellas se han visto con buenos ojos, algunas delas partes actoras han pensado sobre todo en la laboral que no se ha profundizado lo suficiente para hacer atractivo la contratación u otros aspectos. Por eso algunos centros de estudios ofrecen algunas ideas de por donde se podría ir una de ellas es la que acaba de presentar el BBVA Research. Asesoría Jurídica Barcelona
Los expertos del servicio de estudios de la entidad financiera argumentan que esta medida aumentaría el porcentaje de contratos indefinidos, mejoraría la productividad, los salarios e incluso el consumo privado y la inversión de las empresas. En esencia, consiste en crear una «mochila» asignada a cada trabajador que se nutre de aportaciones periódicas por una cantidad que equivale a ocho días de salario por año trabajado, es decir, el 2,19% del sueldo bruto anual.
Este modelo de despido implica que el trabajador costee parte de su futura indemnización, pero esto solo sería literal en el caso de que este porcentaje sea «restado» de su nómina actual. También cabe la posibilidad de que los convenios laborales recojan que este salario diferido se considere un plus al salario actual al estilo de los planes de pensiones de empresa. O de que en los nuevos contratos se negocie un sueldo superior que tenga en cuenta la suma que se destinará a la «mochila» indemnizatoria.